Ford Explorer ST, adrenalina pura
Dicen los especialistas que la adrenalina influye de manera positiva en el bienestar de los seres humanos, activando el sistema circulatorio y estimulando la producción de la dopamina, que es catalogada como la hormona de la felicidad. Y eso es lo que promete precisamente la marca del óvalo, con su último lanzamiento, la Ford Explorer ST 4×4, una SUV que despierta grandes sensaciones, pues de hecho es catalogada como el modelo de esta familia más poderoso de la historia.
Las letras ST, y eso lo saben los especialistas, son sinónimo de deportividad y alto desempeño, pues esta camioneta, que pertenece a la sexta generación, entra a formar parte del grupo privilegiado de los vehículos denominados Ford Performance, es decir, aquellos que ofrecen un picante adicional y una serie de elementos que conquistan.
La presentan como una SUV sin par y como una propuesta que teniendo en cuenta eso que llaman costo-beneficio, es difícil de igualar, incluso para las marcas europeas, que también tienen lo suyo.
Cuando se habla de Ford Performance, se habla de diversión al conducir, de sentir, de palpar, algo que se ha ido perdiendo en medio de tanta propuesta tecnológica que está encaminada en entregarle toda la responsabilidad a la máquina y a los sistemas, convirtiendo al conductor en un pasajero más.
Así que cuando llegan estas propuestas, los llamados puristas saltan de emoción y ponen en acción las hormonas de la dopamina, porque saben que es lo que se esconde de bajo del capó. Claro, a ellos les gustan las cifras y conocer de eso que llaman potencia y torque, poder de aceleración y velocidad máxima, pero quizás lo que más aprecian es sentir que cuando aprietan el acelerador su cuerpo se convierte en una extensión de la máquina, la cual debe responder de manera inmediata a sus órdenes.
En un ST el motor no puede pasar desapercibido y por eso ocupa un lugar de privilegio en las presentaciones. Así las cosas, las cifras del propulsor EcoBoost biturbo V6 de 3.0 litros, hablan por sí solas: 400 caballos de potencia; 563 Nm de torque; 3.8 segundos de 0 a 100 kilómetros en manos de un experto; y 240 kilómetros como velocidad máxima. ¿Qué más se puede pedir? Pues hay más: tracción trasera, frenos de alto desempeño (con esas mordazas de color rojo que tanto gustan), suspensión deportiva y una transmisión automática inteligente de 10 velocidades, controlada a través de un sofisticado selector, pero que también se puede operar por medio de las levas del timón.
Es también una 4×4 y por eso está equipada con el nuevo Terrain Management System, que le permite al conductor seleccionar entre siete modos preconfigurados para optimizar la dinámica de manejo según las condiciones del terreno, pero en la que quizás el más usado, por su esencia, es el modo deportivo.
Hay tecnologías que no van en contra de la “emoción de conducir”, sino que más bien la potencializan, porque permiten ir un poquito más allá de los límites naturales. Asistencias que además tienen como objetivo la seguridad. Es así como en la Explorer ST se destaca el llamado Control de Curvas, que ajusta la velocidad de cada llanta por medio de una aplicación selectiva de los frenos y distribución del torque, con el fin de mejorar la agilidad al cruzar, reduciendo notablemente el subviraje; y la tecnología AdvanceTrac, sistema que detecta cuando el vehículo está derrapando, sobrevirando o subvirando, para lo cual aplica presión de frenado a cada rueda y reduce el torque para estabilizar el vehículo.
Sistemas de seguridad que se complementan con el Control de Tracción; el Asistente de Arranque en Pendiente; el Control de Descenso; el Control Antivuelco; el Control de Balanceo del Remolque; ocho airbags; Asistente Anti-colisión frontal con detector de peatones (también trasero); cámara de 360 grados; sistema de permanencia en el carril, Sistema de Monitoreo de la Presión de los Neumáticos; sistema de monitoreo de punto ciego BLIS; y alerta de tráfico cruzado, entre otras cosas.
Punto aparte para el sistema de rejillas activas, que abren y cierran de forma automática para mejorar la aerodinámica y la eficiencia de consumo de combustible, así como el sistema de conectividad SYNC 3.4, que se refleja en una pantalla vertical táctil de 10.1 pulgadas, y el cual incluye un sistema de audio premium Bang & Olufsen de 980 Watts con 14 parlantes, compatible con Waze, Android Auto y Apple CarPlay.
Claro, el hecho de prometer adrenalina, no quiere decir que se descarten los desarrollos de la marca, en cuanto a tecnologías inteligentes, como el Ford Co-Pilot360, que incluye el asistente de parqueo 2.0, una función mejorada y que permitirá realizar esta acción con pulsar un botón; control de velocidad adaptativo con sistema Stop-and-Go; y asistente de frenado en reversa.
Se puede decir que con la ST, la Explorer cobra su máxima esencia, sin dejar ningún detalle al azar. Si bien no es algo mandatorio, sus creadores la equiparon con asientos delanteros multi-contornos, con tecnología Active Motion, con once cojines que se mueven sutilmente, proporcionando un masaje que puede resultar muy agradable mientras se conduce, especialmente en distancias largas.
Ah, se me olvida que esto es internet y que tengo que escribir corto, pero de verdad creo que se tendría que ser un mago para describir un modelo de estas características en unos cuantos párrafos, así que me doy licencia para continuar con alguito demás.
¿Y cómo se identifica frete a sus hermanas? La respuesta es evidente: una parrilla en color negro brillante, en la que sobresale el emblema ST, los rines negros de negros de 21 pulgadas y la luz de bienvenida que proyecta el emblema ST en el piso.
Así que bienvenidos una vez más al mundo ST y no hay que olvidar que estamos viviendo momentos en los que la vida nos está enseñando que debemos disfrutarla de la mejor manera. Así que si dentro de su presupuesto están $219.990.000, no lo dude y dese ese regalo, porque de aquí nadie se lleva nada…