Contacto con la Peugeot 3008 GT

Juan Carlos Salgado Jaramillo

Hay que partir de realidades y de hechos ciertos. Y en este caso tengo que decir que pasaron un buen número de años para volver a conducir un Peugeot. De hecho, se me pierden en la memoria. Y al final eso puede resultar positivo, porque el paso del tiempo a veces nos permite dimensionar los cambios y establecer las diferencias entre el pasado y el presente. Introducción que para algunos de los ahora llamados especialistas, de los que hablan con propiedad de diseño y motorizaciones, puede carecer de valor, pero es una visión espontánea y sencilla, que es lo que quizás sucede cuando un cliente, alejado de la sabiduría, se enfrenta a un nuevo modelo.

Estoy hablando de la 3008. Y si bien muchos optan por la masculinidad (el Peugeot) y se basan en que es un vehículo deportivo utilitario (SUV) yo me decanto por el género femenino, pues de hecho me resulta más coqueto y familiar. Así que entonces de ahora en adelante me referiré a la camioneta, un calificativo que de entrada marca una diferencia frente a los vehículos, especialmente los sedanes, y que nos muestra que se trata de un modelo funcional y con un mayor espacio.

Y bueno, pues como se tata de volver a familiarizarse con los ‘felinos’, no sobra recordar el por qué la marca francesa optó por los números para identificar a sus modelos. Y hay varias hipótesis. Está la romántica, la que corre de voz en voz y la que se registra en ‘San Google’, claro, alimentado por seres humanos imperfectos y de donde también se sacia la llamada inteligencia artificial.
Escarbando en el baúl de los recuerdos y como un primer argumento, que si se analiza de fondo puede resultar lógico, aparece que los creadores se inspiraron en la parte central de los vehículos, donde aparecía un orificio redondo para ensamblar la manivela, cuya misión era poner en marcha los motores. De igual manera se cuenta que en cada uno de los costados existía un número y que dicho redondel parecía un cero, es decir, que podía advertirse una cifra de tres dígitos.

Para los amantes de la lógica todo es más práctico y simple y comenzó en la enumeración ascendente de modelos, como el tipo 161, y que al llegar al 201 fue cuando se llegó al 0 en el centro, algo que se convirtió en sello, al punto de ser registrado y hacerlo propio. Y siguiendo con la numerología escogieron el primer dígito para identificar los tamaños, es decir, el 1 para los más pequeños, el dos para los medianos o del segmento B, el 3 para el segmento C y el 4 para las llamadas berlinas de gran tamaño. El doble cero se agregó y le dio identidad a las llamadas camionetas.

Así las cosas, y después de contextualizar un poco la 3008, la que nos compete, pertenece al grupo de camionetas o SUV, que no se trata de una novedad para el mercado colombiano, pero sí para quien esto escribe en ello que han llamado ‘test drive’, que yo prefiero mencionar como contacto o prueba de manejo, a la que de hecho también tienen acceso los clientes, que desde mi punto de vista deben hacerlo para tener una mejor percepción al momento de tomar una decisión y si en algo les sirve nuestra opinión sumarla a sus conclusiones.

Porque como los zapatos o una prenda de vestir, los vehículos hay que ‘ponérselos’ y estar atento a las sensaciones que se producen dentro del habitáculo, tanto las del conductor como de los pasajeros, y más si se trata de una SUV, en la que de seguro se vivirán muchas experiencias y viajes familiares.

Bueno, lo estético también cuenta, y más en estos tiempos modernos en los que se dice que a veces una “imagen vale más que mil palabras”, aunque creo que eso no debe ser el todo y que hay que ir un poco más allá, porque muchas veces podemos vernos enfrentados a situaciones decepcionantes, como cuando estamos de conquista, y resulta que la mujer es muy bella por fuera, pero con un interior vacío.

Y si se trata de habar de pinta, o de los superficial dirían algunos, la Peugeot 3008 resulta coqueta, con ese diseño europeo que gusta, es decir, que no será extraño escuchar que “ese tipo está bien montado”. Claro, no habrá dudas de que lo hace en un Peugeot, marca que hay que decirlo, ha ido rescatando un prestigio interesante en el mercado colombiano de la mano del Grupo Astara. ¿Y por qué no hay dudas? Porque en el frontal luce la figura cromada del león, algo que se replica en la parte trasera, en la que también sobresale de forma generosa del logo y la palabra “P E U G E O T” debajo de él. Y también se podrá saber con facilidad que la camioneta que rueda es una 3008, simplemente porque tanto en el frontal como en la parte trasera se deja ver, también en cromo el 3008. En esta última también luce de manera sutil la bandera de Francia.

En estas dos zonas mantiene ese sello felino que siempre ha caracterizado a la marca francesa, algo que se enfatiza con los conjuntos ópticos, especialmente en las luces diurnas LED y con los llamados colmillos, y en los stops traseros, cuyas luces tratan de simular unas garras en 3D. Se acude al cromo para darle una mayor distinción y también a lo que muchos han llamado bitono, pues se utiliza el negro para contrastar, con una parte marcada en la parte trasera del lateral, con la parrilla frontal y con molduras de plástico en las partes bajas.

Nos tocó en turno, si así se puede llamar a quienes estamos en los últimos lugares de la lista (se dice con sabiduría que los últimos serán los primeros), la llamada versión GT, siglas que se utilizan para destacar la deportividad de los modelos y si se quiere ser más sencillo, la más equipada de la familia, que también cuenta con las opciones llamadas Active y Allure. Y venía con un portabicicletas Thule, una herramienta que en estos tiempos resulta útil para los amantes de esta disciplina, que va en aumento.

Dejando lo exterior a un lado y especialmente para quienes no están familiarizados con los habitáculos de los modelos de la francesa, hay que afirmar que al abrir la puerta, especialmente la del conductor, hay sorpresas agradables en lo que uno llama de manera coloquial el tablero. Y todo se traduce en lo que Peugeot llamó i-Cockpit (una marca registrada) y que desde mi punto de vista es un nombre adecuado, pues de cierta manera simula los controles y el volante que un piloto de carreras tiene para cumplir su misión.

Ese volante pequeño o compacto, con formas planas tanto en la parte superior como la inferior, no solo permite una mayor visual del panorámico, sino que además traslada a quien conduce una sensación de control. El tablero de instrumentos, como es la tendencia, es digital de 12,3 pulgadas, y es configurable, y dependiendo del gusto se puede tener una simulación digital de los llamados relojes (velocímetro y tacómetro), pero también están las opciones de ver el mapa de navegación e incluso las fuerzas G a las que se somete el cuerpo en cada una de las maniobras.

Este llamado i-Cockpit, pienso yo, responde a las necesidades de los conductores y su diseño busca minimizar las desatenciones del conductor, algo que se ha vuelto tan común en la actualidad, porque es una percepción personal, en aras de no perder la atención de los llamadas nuevas generaciones, se ha buscado llevar el mundo de los celulares y las tabletas al habitáculo de los vehículos, manteniéndolos conectados el tiempo y quizás por seguir en “ese mundo”, perdiendo posibilidades de disfrutar de los paisajes y de eso que siempre nos han vendido, el placer de conducir.

De hecho, esta Peugeot cuenta con una pantalla táctil de 10 pulgadas, que para las tendencias puede resultar pequeña, pero que para mí cumple a la perfección con su misión. Por otro lado, los siete llamados ‘toggle switches’, que en términos más claros son teclas tipo piano, permiten un acceso a las funciones como el radio, el aire acondicionado y la navegación, entre otras cosas, de una manera sencilla.

Y pues toca hablar del motor y, en ese sentido, las tres versiones equipan un motor turbo de 1.6 litros, el cual desarrolla 165 caballos de potencia a 6.000 revoluciones por minuto y un torque de 240 Nm desde las 1.400 rpm, lo que quiere decir que el conductor siempre obtendrá una respuesta inmediata y sentirá que el propulsor responde a sus exigencias. Para destacar, la suavidad del acelerador, aspecto que puede carecer de importancia, pero que en trancones y viajes largos con seguridad se verá reflejado en un menor esfuerzo. Este tren motriz se acopla a una caja automática de seis velocidades, la cual se puede controlar con las llamadas levas, algo que refuerza la deportividad. Se cuenta con los modos de conducción Normal, Sport y Eco de serie, y en las versiones Allure y GT se suma el Grip Control, que permite tener un mejor comportamiento en superficies de baja adherencia.

En este apartado, en el que de igual manera hay que tener en cuenta que lo más recomendable es utilizar gasolina extra (estamos frente a un motor turbo), quien se “puso el vestido” afirma que se ajustó muy bien a sus necesidades y exigencias, que respondió muy bien, que es ‘alegre’ y que maneja muy bien las llamadas relaciones (peso/potencia).

Bueno y las ayudas ya no pueden faltar y no es descabellado decir que ya son casi que obligatorias para su segmento, como en su momento lo fueron los airbags y los frenos ABS, eso sí, guardando las proporciones. Así las cosas, la Peugeot 3008 cuenta con Visiopark 2 (cámaras de visión delantera y trasera de 360°); Park Assist (asistente activo para parqueo en línea o en batería); alerta activa de cambio involuntario de carril (o lateral de la carretera) con corrección de trayectoria; alerta de atención del conductor; cambio automático de luces de cruce y de carretera; reconocimiento y recomendación de señales de velocidad; sistema activo de vigilancia del ángulo muerto con corrección de trayectoria (disponible a partir de 12 km/h); asistente de control de descenso (HADC); y alerta de ángulos muertos, entre otras cosas.

Y sé que no perdonarían el no mencionar que toda la información de los celulares se integra a la pantalla central, gracias al sistema MirrorScreen, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, y que tiene tres puertos USB ubicados en la primera y segunda fila, o de manera inalámbrica para los dispositivos que integren esta función.

Para quienes gustan de los números o quieren simplemente saber las medidas, no sobra decir que es una SUV de 4.447 milímetros de largo, 2.098 mm de ancho (incluyendo espejos), 1.624 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.675 mm, pero además con una capacidad de baúl de 590 litros.

En resumen, un auto que cuenta con argumentos de conquista, que tiene buena pinta y corazón, y que de tener cómo pagar los $171.990.000 podría ser considerado como una opción válida dentro de su segmento…