El Salón de la resiliencia
Juan Carlos Salgado Jaramillo
Este periodista dinosaurio, que se niega a desaparecer, trata de aprender cada día y de estar atento a las palabras, a los gestos y a todas las maneras que tenemos los seres humanos para comunicar. Ayer Corferias hizo la presentación oficial de lo que ellos han querido llamar la edición especial del Salón del Automóvil, que se cumplirá entre el 3 y 13 de noviembre.
Y le dan este calificativo porque en esta oportunidad la muestra de la industria automotriz no tendrá los acostumbrados montajes en los que cada marca buscaba establecer diferencias y se optó por una presentación más homogénea, buscando en esencia que el protagonismo corra por cuenta de las ventas, en una intención clara de ayudar a dinamizar las ventas en un sector golpeado por la incertidumbre y que se ha visto en una reducción que supera el 30% con respecto al año pasado.
Y voy a ser claro y diré las cosas como las sentí y espero no ser malentendido. En las palabras y los gestos de los directivos y representantes de las marcas sentí que había más humildad, pero además que ven en esta cita una bocanada de aire para enfrentar lo que resta del año y de alguna manera alivianar las cargas, pues también es evidente la presión que existe entre las personas vinculadas a las diferentes marcas o empresas del sector automotor, que venían de navegar con un viento a favor, pero que hoy han tenido que soportar las tormentas, propias de la vida, y entender que la ley de los opuestos hace parte de la existencia, lo que pienso yo también deben entender los dueños y casas matrices, porque la grandeza de sus marcas se debe a las personas y a ese capital humano que hay que valorar y apoyar cuando todo se pone cuesta arriba.
Así que me quedo con las palabras del presidente ejecutivo de Corferias, Andrés Valderrama, y es que este salón, que yo preferiría llamar feria, va a ser el de la resiliencia y el de demostrar que este sector, como ha sucedido en otras oportunidades, está en la capacidad de salir adelante y superar esta coyuntura que estoy seguro no es permanente, pues la experiencia y los años me han enseñado que son ciclos, y que muy pronto las sonrisas van a regresar.
Y lo dice alguien que fue testigo de momentos muy complicados para el sector, en los que escasamente se llegó a las 60.000 unidades. Así que hay que ponerle el pecho a la brisa y al mal tiempo buena cara, porque el sol siempre vuelve a salir…