¿Vehículos eléctricos? “Al pan, pan, y al vino vino”…

A las cosas hay que llamarlas por su nombre o como dice el adagio popular, “al pan, pan, y al vino, vino”. Y por eso hoy, en la presentación de los resultados de la marca Toyota en 2023 y de sus proyecciones para este año, escuchar a don Federico Pfiel-Schneider, presidente de la junta directiva de Automotores Toyota Colombia (ATC), y al señor Dino Tanaka, el presidente de la compañía, ratifica muchos de los conceptos de quien esto escribe acerca de los vehículos eléctricos en el país.

Y es que las palabras no vienen de una marca cualquiera, sino de la que en la actualidad está liderando el mercado en el país y de la misma que el año pasado logró el segundo escalafón en ventas, detrás de la francesa Renault. El primero de ellos, un hombre de mil batallas en las lides del sector automotor, fue enfático al decir, y abro comillas, “el país no está preparado para suplir las estaciones de recarga eléctrica y por el momento los vehículos con este tipo de tecnologías no es la solución adecuada para Colombia”.

El segundo, entre tanto, un directivo que ya lleva tres años en el país, tiempo suficiente para tener una visión clara del sector automotor, en su español cada vez mejor, que incluso ya le da para incluir modismos en sus intervenciones, y vuelvo y abro comillas, dijo: “Se debe pensar en la masificación de vehículos híbridos y no ver a los eléctrico como única alternativa para reducir la emisión de carbono. Teniendo en cuenta la infraestructura, hay que ser realistas y prácticos y ver el desarrollo del entorno y los híbridos son los más efectivos”.

Desde mi punto de vista, sin tapujos, han puesto el dedo en la llaga y están hablando con total transparencia, porque dígase lo que se diga, como ellos lo expresan, en el tema eléctrico todavía queda mucho terreno por recorrer y si bien la demanda ha ido en aumento, su masificación todavía es lejana, no solo por el alto valor de los vehículos, sino porque un potencial comprador lo primero que tiene que ver es cuáles son sus necesidades y si el poder solventar la carga se cumple a cabalidad y sin mayores inconvenientes. En resumen, la infraestructura todavía está en pañales, aunque hay que reconocer que se han presentado avances.

Y bueno, también tocaron un punto importante que tiene que ver con las nuevas tecnologías y su asignación de cupos, tema que también hay que tomarlo con pinzas, pues hay cosas que no están funcionando como deberían ser. Y me refiero a la asignación de cupos que se reparten de manera equitativa entre las marcas (entre 400 y 500 unidades). Entonces ¿Cuál es la queja? Y la respuesta es clara y es que en la misma bolsa se están metiendo vehículos que, para concepto de Toyota, no son “verdaderos híbridos”, es decir que se está beneficiando a un buen número de modelos que no cumplen con esta premisa.

En este orden de ideas, queda en evidencia que no hay una claridad o más bien que los encargados de tomar las decisiones no tienen un verdadero conocimiento de las nuevas tecnologías y, de alguna manera, se dejaron convencer y le dieron la entrada a los que no deberían estar (algo que no solo sucede en el sector automotor).

Y no es una ‘pelea’ única de Toyota. Y aclaro que esta palabra (pelea) es mía, pues para la marca japonesa no se trata de entrar en conflictos, sino simplemente que lo que ellos buscan (se han sumado otras voces) es que exista total transparencia en el tema y, nuevamente se llamen las cosas como son, es decir, al “pan, pan, y al vino, vino”.

Temas álgidos, difíciles de afrontar, y de seguro existirán otras posiciones y otros argumentos contrarios, pero si me preguntan a mí, y vuelvo y digo que es una posición personal, considero que las afirmaciones de los directivos de Toyota son acertadas y que la palabra clave para estos temas es “transición” y que en la misma son muchos los actores que todavía tienen cabida. Las cosas no se borran de un plumazo, sino que los cambios y transformaciones se van dando poco a poco y de acuerdo con las realidades de cada país.

No todos los caminos conducen a Roma y por el momento habrá que cohabitar con las diferentes alternativas existentes: motores a combustión y diésel, vehículos híbridos (enchufables y no enchufables), gas natural vehicular, bioetanol y, por su puesto, los 100% eléctricos. Bueno, dicen algunos, no olvidemos que estamos en “Cundinamarca y no en Dinamarca”, pero hasta en Europa las metas de electrificación se han ido aplazando. Por algo será…

Y como colofón quiero destacar algunas frases de la reunión de esta mañana con la líder del mercado, y es que ellos, más que vender vehículos , ofrecen un servicio de movilidad, pero lo más importante, que su razón de ser es “producir felicidad a nuestro clientes”. Las cifras los avalan y al parecer lo están logrando y de qué manera…

Así que seamos felices, el Cuchenials les dice…

Juan Carlos Salgado Jaramillo

 

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