Naming, el poder de los nombres de Nissan

Elegir correctamente el nombre de un producto, es crucial para el éxito de una marca. El mismo puede contribuir a establecer una conexión emocional con los consumidores y a construir una base sólida para el crecimiento del negocio. Es el caso de Nissan, que posee una fuerte presencia en América Latina y se encuentra en plena expansión en la región, con un portfolio de productos con nombres memorables.
Gracias a su sólido proyecto de manufactura en Argentina, Brasil y México y un equipo de talentos que impulsa la innovación, el 87% de los vehículos que la compañía japonesa vende en los mercados latinoamericanos, son producidos localmente. Varias de sus plantas productivas en la región son exportadoras; así, la marca fabricó 717 mil vehículos para el mercado doméstico e internacional durante el año fiscal 2023, un 40% más versus el año fiscal anterior.

A pesar de la masividad, el nombre de cada vehículo de Nissan tiene su propia historia y significado. Algunos evocan sentimientos, otros recuerdos, y por qué no, sensaciones. Todos cuentan un relato de innovación y propósito. A continuación, curiosidades de los nombres de algunos modelos de Nissan, presentes en América Latina.

Nissan Kicks: se presentó en el Salón del Automóvil de San Pablo, Brasil. En inglés, “kicks” significa “doing something for fun ” (en español, “hacer algo por diversión”), lo cual se refleja en su diseño moderno y en sus propuestas de series especiales.

Nissan Frontier: fue la primera camioneta equipada con un paragolpes diferente al habitual para aquel momento, manteniendo el color de la carrocería, lo que le valió el nombre “Frontier”.

Nissan Sentra: el nombre de este popular sedán proviene del griego “kentron”, que significa “centro”. La denominación fue elegida por la compañía para reflejar el tamaño perfecto del automóvil y la seguridad brindada.

Nissan Versa: un juego de palabras para este sedán con “espacio versátil” (de ahí su nombre), que brinda el espacioso interior y el área de carga.

Nissan LEAF: aunque podría parecer que su nombre se refiere a “hoja verde” en español (“leaf”, en inglés), en realidad es un acrónimo ingeniosamente creado. “LEAF” proviene de las palabras “Leading Environmentally-Friendly, Affordable, Family Car”, que se traduciría como “Auto familiar líder, accesible y amigable con el medio ambiente”. Este vehículo eléctrico es un representante de la visión sostenible de Nissan.

Nissan Pathfinder: este SUV debe su nombre a la combinación de dos palabras en inglés: “Path” (camino) y “Finder” (el que encuentra). Juntas, sugieren la capacidad del Pathfinder para atravesar todos los terrenos y encontrar su camino con seguridad. Este modelo ofrece espacio, entretenimiento y seguridad para los pasajeros en su cabina.

Nissan Qashqai: su denominación proviene de una tribu nómada de Irán. Nissan se inspiró en los Qashqai, para ofrecer un crossover pensado para los nómadas urbanos; aquellas personas que disfrutan de un estilo de vida aventurero, pero que viven en áreas urbanas.

El detrás de escena de la construcción de los nombres

A nivel global, Nissan consistentemente sigue tres guías:

● Simpleza y claridad: los nombres deben ser simples de entender, leer, deletrear y pronunciar, en todo el mundo.
● Disponibilidad legal en el mercado y en la categoría

● Adecuación lingüística: sin connotaciones negativas en varios idiomas. Además, las denominaciones tienen que respetar una redacción correcta, evitando cualquier nombre que evoque imágenes de religión, derechos humanos, sexualidad, violencia y moral.

Un nombre de producto fuerte y memorable puede ayudar a generar confianza y lealtad entre los consumidores e influir en sus decisiones de compra. En el caso de Nissan, su portafolio de productos es recordado no solamente por el nombre, sino también por la calidad, el diseño y tecnología que ofrecen.

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