Commander, Jeep de tamaño familiar
Hay marcas que tienen un sello particular que se mantiene en el tiempo. Cuando se habla de Jeep, de manera inmediata y es algo inevitable, en la pantalla mental aparecen de manera mágica los terrenos agrestes, con autos embarrados y lejos de lucir brillantes e impecables. En otras palabras, el tema 4×4 parece estar implícito, porque de eso que llaman “cultura” o esencia, no es fácil desprenderse.Claro, el 4×4 o “off-road” siempre sonará alucinante y lo seguirá siendo para Jeep, porque de entrada se establecen retos y se incita a la aventura, pero sin sonar a exageración, más del 90% de las personas que tienen un vehículo con estas características simplemente no las saben utilizar o no tienen la necesidad de hacerlo.
Así las cosas, hablar de un Jeep familiar, cuyos pilares fundamentales son la sofisticación, el confort y el espacio no es algo descabellado y más bien es una respuesta a las necesidades de un segmento que pide alternativas, como el de los llamados vehículos deportivos utilitarios (SUV). En ese entorno y después de momentos complicados que ha tenido que enfrentar la humanidad, llega al país la nueva Jeep Commander FDW, una camioneta siete puestos 4×2 que invita a vivir “aventuras”, pero de manera diferente.
Y lo hace en un momento importante para Astara, el representante en el país, como lo dio a conocer Andrés Aguirre, su ‘Brand Mánager’, o mejor quien está al mando de esta compañía en el país, que además de Jeep, maneja marcas importantes como Volvo, Peugeot, RAM, Fiat, Dodge, Hyundai y Opel. “El desafío es grande, porque hemos tenido que enfrentar un mercado con falta de oferta y por eso nuestro trabajo ha sido construir confianza. Parte de la aventura es ver cómo se afronta la situación global y este producto nos permite darle un impulso importante a la marca Jeep, que se lo merece, y por eso seguiremos construyendo una conexión con el usuario y que el mismo se sienta afín y encuentre sentido de comunidad”.
La Commander, que llega al país desde la planta de Pernambuco, en Brasil, es un modelo pensado y desarrollado para la región y parte de su inspiración se basa en la Grand Cherokee, pues el objetivo era presentar un modelo aspiracional y con experiencias que se acercan al llamado segmento Premium.
Lanzada en 2021 en Brasil y con buenos resultados en Argentina y Chile, ya más de 10.000 unidades ruedan en estos mercados y en producción están 13.000 unidades, de las cuales un buen número llegan al país, lo que de entrada permite anunciar que por el momento quien opte por este modelo no va a tener los inconvenientes consabidos al momento de la entrega.
Se presenta con pergaminos y uno de ellos es el de “Carro del Año Premium” en Brasil, algo que le permite sacar pecho. La presentan como fundamental dentro del portafolio de la marca y como una alternativa entre la Compass y la Wrangler. Y claro, como una Jeep, con el sello inconfundible de las siete ranuras, pero con elementos que remarcan la sofisticación, como los faros con filos LED incorporados en el frontal, así como el techo bitono, algo que se replica en los rines (de 19 pulgadas), así como las molduras cromadas, el nombre “Compass” en las puertas delanteras y los faros traseros inspirados en la Wagoneer.
Es una SUV de generosas dimensiones, de las llamadas grandes, que se comercializa en una única versión (Overland). Y cuando más se aprecia lo anterior es cuando se observa de manera lateral. De hecho, su largo es de 4.769 mms y tiene que ser así para poder adoptar en el interior las tres filas de asientos. Tiene 2.040 mm de ancho, 1.676 mms de alto y su despeje con respecto al piso es de 208 mm. Por otro lado, cuenta con un espacioso baúl con capacidad para 1.760 litros con todos los asientos abatido, 661 litros en la configuración con cinco ocupantes y 233 litros con los siete asientos levantados. En otras palabras, funcionalidad.
La pregunta obligada ¿Y qué tal el motor? Y surge el interrogante porque si de manera apresurada se lee la cifra de 1.3 litros, podría pensarse que resulta insuficiente para mover un vehículo de estas dimensiones. Pero la respuesta es que no es un 1.3 litros convencional, sino el T270 turbo, que entrega 173 caballos de potencia y 270 Nm de torque, el cual se asocia a una transmisión automática de seis velocidades, que pueden ser operadas por medio de las levas en el timón. Dicen los entendidos y los que saben, que al ser turbo no se da la pérdida de potencia en ciudades como Bogotá, en la que la altura se convierte en enemigo. Lo que hay que hacer es apretar el acelerador y esperar que el turbo haga su trabajo. Y bueno, hay que decirlo, echarle gasolina extra, que por cierto está por las nubes, pero como se dice popularmente “si ha para el whiskey hay para el hielo”.
Las mejores experiencias en una SUV familiar se viven en el interior, pues si uno se pone a pensar, quizás el habitáculo es uno de los aspectos más importantes en un vehículo, pues el lugar en el que uno permanece mayor tiempo. El exterior es para los demás, para el ego y la vanidad. En ese sentido la Commander ofrece diferentes texturas que refuerzan una de sus promesas, la sofisticación. En consecuencia, en el llamado tablero o panel, se combina la gamuza con el cuero y los ribetes de acero con bordes cobrizos.
En el tapizado destacan los emblemas de la versión (Overland) y en la parte central se aprecia un cuero entrelazado, que representa las dunas del desierto. Además, en el apoyabrazos central, luce generoso el año 1941, que recuerda la historia de la marca y todo lo que significa para la industria automotriz. El techo de doble panel panorámico es otra de las propuestas que aportan para hacer más agradable el habitáculo.
¿Y el infoentretenimiento? Hay que mencionarlo, porque es una tendencia que llegó para quedarse. En ese sentido incorpora un sistema multimedia con pantalla táctil de 10,1’’ y conectividad Apple CarPlay y Android Auto. Una interfaz de nueva generación que se caracteriza por su mayor definición, más capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos y posibilidad de conectar y cargar dispositivos móviles de manera inalámbrica, por inducción que llaman. Y para los melómanos, sistema de sonido premium “Harman Kardon”.
Lo digital es el presente, pero quizás cuando nos aburramos de pantallas, volveremos a lo retro, pero por el momento hay que decir que el conductor tiene a su disposición una pantalla full digital de 10,25’’, permitiéndole acceder a múltiples configuraciones de información del sistema y personalizar la lectura en función a sus gustos, Adicionalmente, el túnel de transmisión posee un panel de carga para dispositivos móviles si necesidad de usar cables y además puertos USB tipo A y tipo C, porque hay que estar conectados, aunque sería mejor disfrutar el paisaje. Así mismo, cuenta con climatizador bi-zona, salidas de ventilación en plazas traseras y tomacorriente.
Bueno, y finalmente, y no por mencionarla de último, carece de importancia. Y nos referimos a la seguridad, que en un modelo familiar cobra relevancia, porque no debemos olvidar que al final de la vida “la familia es lo más importante”. En este apartado, la Commander cuenta con siete airbags de serie (dos frontales, dos laterales, dos de cortina y uno para las rodillas del conductor). Dentro de los sistemas de asistencia inteligente a la conducción, equiepa de serie advertencia de cambio de carril, control de crucero adaptativo con Stop Go, asistente de frenado de emergencia para peatones o ciclistas, alerta de colisión frontal, reconocimiento de señales de tráfico y detección de punto ciego y tráfico cruzado.
Ya para quienes los colores son importantes, esta es la oferta: Azul Jazz, Blanco Polar, Deep Brown, Dorado, Gris Granito y Gris Metal. ¿Precio? $194.990.000.
Posdata: “Siempre es un buen momento para lanzar un vehículo. La gente está ávida de buenas noticias y afán de vivir aventuras y libertad. Y en medio de la tormenta siempre hay un rayo de luz”, Adriana Casadiego, gerente de marca.