Suzuki Swift híbrido, un compacto que se ve en las calles
En la industria automotriz hay un juez inexorable que dicta sentencia: la calle. Muchos le dan el nombre de ‘ojímetro’ y quienes lo hacen tienen argumentos sólidos para afirmar que esta es la mejor manera para saber cuál ha sido la aceptación de un determinado modelo, porque allí no hay cabida para la manipulación de números y cifras. Y si se habla del Suzuki Swift híbrido los invito para que hagan ese ejercicio y se darán cuenta que este modelo, al menos en Bogotá, que es la ciudad que se lleva el mayor porcentaje en ventas, se ha ido tomando las principales vías y se está convirtiendo en uno de los vehículos de mayor aceptación en un mercado tan difícil y competido como el colombiano.
Razones las hay, pero quizás una de las principales, y hay que decirlo sin miedo, es que este hatchback, o más bien vehículo de cinco puertas, viene equipado con un sistema de hibridación ligera, que por el momento lo mantiene en la lista de los modelos que no tienen restricción de movilidad, algo que cuando se tiene que tomar una decisión suma puntos importantes.
Pero si bien este punto a favor pesa y mucho, también hay que afirmar que este auto compacto y hay que llamarlo así por sus medidas (3.860 milímetros de largo, 1.735 mm de ancho,1.520 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.450 mm), ha tenido una evolución interesante desde cuando fue presentado en el mercado nacional en 2021 y, en su última versión (2025), ha ganado en carácter y fortalecido su deportividad.
También se podría recurrir a su historia, que si bien en un comienzo estaba bajo otra sombrilla y lucía de corbatín, el Swift es uno de los modelos más queridos por los colombianos y tiene una grata recordación. Y ahora, con el respaldo del Grupo Inchcape, el nuevo propietario de Derco, está logrando excelentes resultados y dentro de su segmento está en los primeros lugares en la lista de preferencias.
Como se mencionó al comienzo, estamos frente a un modelo híbrido que la marca presenta como Smart Hybrid Vehicles by Suzuzuki (SHVS), es decir que es un desarrollo propio que ha sido mejorado si se compara con la versión anterior. En este sentido hay que ser claros y tener en cuenta que no son dos motores que pueden trabajar de manera independiente, como sí lo haría un híbrido del siguiente nivel, sino que el motor eléctrico, alimentado por una batería de iones de Litio (que se autorecarga), le presta una asistencia al motor de combustión, aportando en su torque (60 Nm), y contribuyendo a un menor consumo de combustible y, por ende, a una menor emisión de gases contaminantes a la atmósfera Y, como complemento, está el llamado Stop & Star, que no es otra cosa que el sistema de apagado automático cuando se presentan detenciones, es decir, ahorro de gasolina.
En consecuencia y teniendo como premisa que estamos hablando de propulsión, hay que mencionar su corazón, que está representado en un motor de gasolina de tres cilindros y 12 válvulas de 1.197 centímetros cúbicos (otros le dicen de 1.2 litros), que desarrolla una potencia máxima de 80 caballos a 5.700 revoluciones por minuto y un torque de 112 Nm a las 4.300 rpm que, dependiendo su versión, se acopla a una transmisión mecánica de cinco velocidades o una automática CVT, que se puede gestionar en modo manual por medio de las levas en el timón, simulando siete marchas.
¿Y las sensaciones? Tuvimos por cerca de una semana la versión GLX automática, la más equipada, y podemos decir que su tren motriz cumple a cabalidad con su función y que el conductor no se sentirá ‘corto’ frente a sus exigencias, pues se presenta un gran equilibrio entre el peso y la potencia (1.390 kilogramos, peso bruto vehicular). Además, el propulsor tiene un ronroneo que gusta y que remarca la deportividad, pues definitivamente, cuando se va descubriendo, se puede afirmar que se está frente a un modelo con pinta ‘juvenil’ y que le rinde honor a sus antepasados, como el llamado Swift GTi, obviamente guardando las proporciones.
El Swift tiene una combinación exitosa. Quizás en el primer golpe de ojo no es ese modelo que impacta, pero cuando se empieza a observar con detalle se le va tomando cariño y, en la medida que se ven sus pares en las calles, la percepción cambia, pues además se ven opciones personalización, como la pintura bitono. Es más, y de nuevo hay que afirmar que se deben guardar las proporciones, tiene algo de MINI, pero esta es una apreciación personal que para muchos puede sonar a pretenciosa.
Y sigamos con la estética. Su frontal luce más moderno, con una parrilla más agresiva y con un conjunto óptico más moderno, que se hace más notorio cuando se centra la mirada en las luces LED diurnas (DRL), al igual que en los rines de 15 pulgadas de aleación bicolor. Hay otros cambios que también se van descubriendo frente a su antecesor y que para muchas personas pueden resultar desapercibidos. Por ejemplo, las manijas de las puertas traseras ahora no se ‘camuflan’ en la parte superior, sino que regresan a su lugar habitual, y una moldura negra brillante en el panel trasero le dan un cierto toque de distinción.
Interiormente es un auto diseñado para albergar cinco pasajeros, con un habitáculo que podría calificarse como equilibrado, pues todavía mantiene el velocímetro y el tacómetro con agujas, sí como el medidor del tanque de combustible y la temperatura. Eso sí, en esta nueva versión, propone una pantalla flotante de nueve pulgadas (siete en la GL), inclinada hacia el conductor, con conectividad inalámbrica Android Auto y Car Play, un timón forrado en cuero más deportivo, con base plana y con mandos para las diferentes operaciones, como el audio, contestar llamadas y el control del crucero adaptativo
Es un auto con un equipamiento completo, acorde con las exigencias de su segmento y que al igual que todo su conjunto sigue mostrando una evolución. Por ejemplo, viene con encendido sin llave, cámara de reversa con asistencia para el parqueo, aire acondicionado con control digital, espejos retrovisores de ajuste y plegado eléctrico, computador de abordo y silla del conductor con ajuste de altura, entre otras cosas.
Pero otro aspecto en el que definitivamente el nuevo Swift da un paso adelante tiene que ver con las asistencias avanzadas al manejo (ADAS), entre las cuales se encuentran el control de crucero adaptativo y la alerta de colisión frontal, con función de asistencia al frenado y frenado autónomo de emergencia; y la alerta y asistente de cambio de carril. La versión de lujo GLX añade asistente de luces altas automático, alerta de punto ciego y alerta de tráfico cruzado posterior. Estas asistencias se suman al ABS, ESP y seis airbags.
En resumen, el Swift híbrido es una buena opción, pero habrá que tener un poquito de paciencia para la entrega.
Se comercializa en las versiones GL y GLX, con transmisión mecánica de 5 velocidades o transmisión automática CVT. Y los precios:
GLX automático: $89.990.000
GLX mecánico: $82.990.000
GL automático: $79.990.000
GL mecánico: $72.990.000