Por Juan Carlos Salgado Jaramillo
Cuando en una campaña de presentación de vehículos se lanzan frases como los “verdaderos híbridos” es porque detrás de las mismas hay una convicción de lo que se tiene.
Y esa frase fue la que sonó fuerte en la presentación de los modelos híbridos (enchufables) de la marca china BYD, la SUV Song Plus DM-i y el sedán Qing Plus DM-i, autos que comparten plataforma y tecnologías.
Esta afirmación no se da porque sí, pues detrás de ella hay un transfondo, toda vez que algunas marcas encontraron un pequeño resquicio en la normativa para poder incluir en la lista de privilegiados a algunos modelos que cuentan con una asistencia, pero que siendo analizados a fondo no cumplirían con la reducción de gases contaminantes que se lanzan a la atmósfera, algo que incluso ya está en las carpetas de la DIAN, pues como se sabe este tipo de modelos (los híbridos) cuentan con algunos beneficios tributarios y ellos sí que necesitan platica, los recaudadores de impuestos.
Así que las cosas pueden cambiar, al punto que los cupos de 2.300 unidades establecidos no se han consumido como el pan y aún quedan disponibles 1.700. Al grano y es tema de discusión. Los puristas consideran que para que un vehículo sea considerado híbrido deben combinar un motor de gasolina y otro eléctrico, pero también están los que defienden la tecnología de asistencia a un propulsor convencional, que muchos han llamado Mild Hybrid.
Y en medio de esa polémica se da la llegada de estos dos nuevos modelos de la marca china BYD, que si bien tiene como foco los autos 100% eléctricos, ha encontrado en estos productos (híbridos enchufables) una alternativa adicional para su crecimiento y consolidación en el mercado nacional.
Hay mucha tela para cortar, o mejor muchas cosas que decir para entender los objetivos de esta marca, cuyo mercado local (China) está consumiendo casi todo lo que produce.
Pero en estos momentos Motorysa, su representante en Colombia, cuenta con unidades, aunque puede decir sin complejos que en los primeros cuatro días de comercialización vendió150 vehículos. Un éxito que no se da porque sí, sino que está respaldado con argumentos, con hechos palpables, con acciones…
Detrás de las marcas siempre hay seres humanos, talentos. Y BYD sumó algunos de ellos, como es el caso de Wolfgang Eger, diseñador que brilló en marcas como Audi y Lamborghini; Michele Jauch-Paganetti, el hombre del software, quien lo hizo en Mercedes-Benz; y Heinz Keck, quien se destacó en la fabricación de los chasises en McLaren.
Hablan de bondades y dicen de tajo que lo de ellos no es una microhibridación y además hablan con orgullo de alcanzar 55 kilómetros en el modo eléctrico con el Qin y 51 kilómetros con el Song, es decir sin consumir CO2, pero además de tener la certeza de lograr 95 kilómetros por galón y una autonomía con una tanqueada de 1.180 kilómetros.
Estamos frente a una tecnología híbrida diferente a la convencional. ¿Por qué? Simplemente porque el que cumple la función principal es el motor eléctrico y el de gasolina, que es de 1.5 litros, es un auxiliar que retroalimenta la batería y también envía fuerza a las ruedas delanteras cuando se requiere.
Estos modelo implementan la cuarta generación de baterías de la marca y las mismas se basan en la tecnología Blade, que ha reducido su tamaño considerablemente y se caracteriza por su eficiencia térmica y eléctrica, pero además por ofrecer mayor seguridad y duración. Esto le ha permitido a la marca ofrecer una garantía de la misma de ocho años.
Y más bondades en el equipamiento: seis airbags, columna de la dirección colapsible, asistencia de tráfico cruzado, control de crucero adaptativo, sistema de salida y mantenimiento de carril (entre 60 y 150 km/h), sistema de reconocimiento de señales, sistema de frenado de emergencia, freno de estacionamiento eléctrico, Autohold, alerta de punto ciego, modos de manejo (eco, normal y sport) y tapicería de piel bicolor.
En definitiva, con un diseño ‘robamiradas’, de esos que conquistan a primera vista, pero además con precios competitivos para el segmento: $131.900.000 el Qing y $167.900.000 el Song…