Toyota Yaris GR, emociones aseguradas
Con el paso de los años y miles y miles de kilómetros Colombia ha entendido que Toyota es más que camionetas y que su visión global va mucho más allá y que dentro de su portafolio de automoviles cuenta con un portafolio muy completo. Y aunque la marca japonesa ha tenido como objetivo primordial la confiabilidad y la calidad de sus productos, muchas veces dejando a un lado las emociones, con su división Gazoo Racing pone a disposición de sus clientes toda la experiencia y pasión en el automovilismo, que a la postre es el mejor laboratorio para el desarrollo. Una muestra inocultable es el Yaris GR, un auto compacto que se convierte en una verdadera obra de ingeniería y que rescata la promesa de las constructoras, que siempre han recalcado que “conducir es un placer”.
Porque no hay que decirse mentiras, las tendencias muchas veces ponen a la conectividad y otra serie de elementos sin mayor importancia por encima de lo verdaderamente relevante, que en esencia apunta a que al conducir un auto se debe sentir una sinergia con la máquina y en todo momento tener presente que la misma responde a las exigencias y requerimientos. Y el Yaris GR, en ese sentido, llega para decir “presente” y para rendirle un tributo a la deportividad, demostrando que no todo está perdido y que todavía hay cabida para experimentar diferentes sensaciones.
Cuando se habla de autos deportivos las miradas, casi siempre, se trasladan a las marcas europeas y en Colombia también han logrado un espeacio importante las americanas, pero ahora Toyota le pone la cara al segmento con un producto que cuenta con una serie de elementos que tienen el poder de la conquista. Entre ellos la estampa, porque hay que decirlo, este Yaris, inspirado en los modelos del WRC (Campeonato Mundial de Rallys), en el que Toyota ha logrado destacarse y en el que se materializa la filosofía de la marca y todo el trabajo del grupo de ingenieros japoneses en el mundo de las carreras, tiene todos los elementos que se requieren para impactar y para de entrada entender que se trata de un auto diferente y que se sale de lo convencional.
Dificilmente, aunque no sea su entorno natural, no pasa desapercibido en las calles, por el contrario, es de aquellos modelos en los que las personas, que al fin y al cabo terminan siendo jueces, se toman un tiempo para observarlo y degustarlo, porque como se dice popularmente despierta “envidia de la buena”. El Yaris GR es un verdadero ícono de la marca, un auto liviano y compacto (3.995 milímetros de largo, 1.805 mm de ancho, 1.455 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.650 mm), con líneas deportivas definidas y en el que sobresale su techo de fibra de carbono, que se complementa con el aluminio en las puertas y la tapa del baúl, aspectos que le permiten tener una reducción de 50 kilos en peso, algo que garantiza su agilidad y desempeño (su peso vacñio es dde 1.280 kilogramos).
El Yaris, visto desde cualquier parte, impacta. Si se le mira de frente sobresale su frontal, con una generosa parrilla color negro y entradas de aire verticales (las cuales se requiere para refrigerar su poderoso motor), en la que además se destaca el logo cromado en el centro y el del GR en la parte inferior. El conjunto óptico, que cuenta con tecnologìa LED para las luces diurna, se complementa con las exploradoras, cuyas luces son de forma redonda. Lateralmente destaca por su dinamismo con líneas marcadas y elementos diseñados para manejar de la mejor manera la resistencia contra el viento, así como por los rines de 18 pulgadas que dejan ver los calipers de color rojo, mientras que en la parte trasera luce musculoso y cuenta con alerones deportivos y con luces modernas y de diseño vanguardista.
Al ingresar al habitáculo, podría decirse que no hay mayores sorpresas, porque como se mencionó al comienzo, este Yaris se centra en los aspectos relevantes de la conducción deportiva y toma distancia de esas pantallas digitales, que terminan por ser dominantes en el tablero. Así la scosas, se tiene a disposiciòn un radio de fàbrica de siete pulgadas, ccompatible con Apple Car Play y Android Auto. Además, en el tablero de instrumentos dominan los intrumentos analógicos (velocímetro y tacómetro), mientras que las otras informaciones corren por cuenta de una pantalla digital TFT de 4.2 pulgadas. Eso sí, sobresalen sus sillas deportivas de cuero ecológico con costuras rojas y en las que tambièn se deja ver el logo GR, y los materials de buena calidad.
Y lo mejor… La máquina, ese trabajo de ingeniería que permite elevar las pulsaciones al máximo y que se ve representada en un motor más potente del mundo de tres cilindros turbocargado, con una cilindrada de 1.618 c.c., con cifras destacables y que los entendidos en la materia saben de que se trata (268 caballos de potencia a 6.500 rpm y 370 Nm de torque entre las 2.000 y 3.600 rpm). Para los no expertos, un gran poder de aceleración y la posibilidad de ir de 0 a 100 kilómetros por hora en tan solo 5.5 segundos, algo que se combina con una sensaciòn o ronroneo agradable del propulsor (su relación de compresión es de 10,5-1, lo que quiere decir en términos más entendibles que requiere de gasolina extra). Y claro, como debe ser en este tipo de motores, una caja mecánica de seis marchas, con relaciones cortas y que permiten sacarle todo el jugo, eso sí entendiendo y poniendo por delante que en Colombia existen los límetes de velocidad, por lo que tener días de experiencias en pistas es lo más recomendable.
¿Ayudas? Las tiene y se enfocan en la seguridad y entre ellas sobresalen el sistema de precolisiòn, la alerta de salida de carril, la sistencia de trazado en línea (despuès de los 50 kilómetros por hora) y el asistente de frenado. Otros elementos importantes del equipamiento, el llamado star stop, el monitoreo de la presión de las llantas y sesis airbags.
Con el Yaris, dígase lo que se diga, las emociones están aseguradas. Es un Toyota y eso cuuenta, pero mucho más que es un miembro destacado de la familia Gazoo Racing.
Precio: $246.500.000
